
Las candidaturas de Andrónico en Tarija, lejos de proyectar renovación, quedaron bajo el control de personajes desgastados del MAS: Gladys Alarcón, cuya soberbia aleja incluso a los propios, y Miguel Rejas, un senador gris que no entusiasma ni en su barrio.
Los jóvenes que apoyaron la supuesta «renovación» con Andrónico se quedaron con las manos vacías, mientras este grupo de masistas se repartió las candidaturas, ubicándose en la famosa “franja de seguridad” para asegurarse cargos y seguir colgados del Estado.
¿Andrónico? Bien, gracias.











