clic.com.bo

Todo cambia, nosotros también, somos CLIC

Fracasa el llamado a la unidad de las izquierdas en Bolivia convocado por el MAS: ninguna organización respondió al encuentro

El intento del Movimiento al Socialismo (MAS) de reagrupar a las fuerzas de izquierda en Bolivia se desmoronó sin siquiera comenzar. La convocatoria a un encuentro de unidad de las izquierdas, promovido por la dirigencia masista con el objetivo declarado de enfrentar «la amenaza de la derecha neoliberal» en las elecciones de 2025, fracasó estrepitosamente: ninguna de las organizaciones invitadas acudió al llamado.

Una convocatoria unilateral y sin consensos

La iniciativa fue impulsada por el ala evista del MAS, con Evo Morales como principal vocero, y planteada como un espacio de diálogo para reagrupar a los actores de izquierda tras los conflictos internos que han fragmentado al partido oficialista desde 2020.

En la convocatoria se cursaron invitaciones a partidos, movimientos sociales, colectivos progresistas e intelectuales vinculados históricamente al campo popular. Sin embargo, la respuesta fue silencio absoluto. No acudieron ni el ala renovadora del MAS ligada a Luis Arce, ni los sectores indígenas disidentes, ni agrupaciones como el Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP), ni movimientos urbanos o feministas que otrora compartieron espacios con el masismo.

Fuentes cercanas a varias de estas agrupaciones coincidieron en señalar que la convocatoria carecía de legitimidad y que no existió un proceso de consulta previo, lo que fue interpretado como una maniobra política más que un gesto sincero de unidad.

«No es un verdadero llamado a la unidad, es un intento desesperado de Evo Morales por reposicionarse como único líder de la izquierda. Y eso ya no es posible», señaló un dirigente indígena que prefirió mantener el anonimato.

El MAS, atrapado en su propia fragmentación

La imagen del MAS como columna vertebral de la izquierda boliviana está cada vez más erosionada. La disputa entre el expresidente Evo Morales y el actual mandatario Luis Arce ha dividido al partido en fracciones irreconciliables. El ala evista insiste en la repostulación de Morales, mientras que sectores renovadores del MAS y movimientos sociales exigen nuevas figuras, otros liderazgos, y una democratización interna.

El encuentro fallido refleja el aislamiento progresivo del evismo, que pese a mantener estructuras regionales fuertes (especialmente en el Chapare), ha perdido aliados clave y legitimidad frente a una ciudadanía cansada de los conflictos internos y la falta de autocrítica.

Incluso en sectores que se consideran parte de la izquierda crítica, se percibe al MAS como una fuerza autorreferencial, verticalista y desconectada de las nuevas agendas progresistas, como el feminismo, el ambientalismo o los derechos indígenas con autonomía real.

Opinión: ¿Es posible una nueva izquierda en Bolivia sin el MAS?

La fallida convocatoria abre una pregunta de fondo: ¿es el MAS aún el interlocutor válido para la unidad de la izquierda en Bolivia? Todo indica que no. Su incapacidad para escuchar, dialogar y renovar liderazgos ha debilitado su centralidad política.

El vacío dejado por este fracaso podría convertirse en una oportunidad histórica para construir una nueva izquierda plural, descentralizada y diversa, que dialogue con los movimientos sociales, los territorios, las juventudes y las causas actuales del progresismo.

Pero eso también implica romper con la dependencia simbólica y política del MAS, y construir otros espacios con autonomía real. La izquierda boliviana tiene una deuda consigo misma: reinventarse más allá de Evo Morales, y más allá del caudillismo que ha marcado su historia reciente.

Hoy, más que nunca, la unidad no se impone, se construye con consensos, respeto y renovación genuina. El intento del MAS, cerrado sobre su propia lógica, ha demostrado ser incapaz de ofrecer ese camino.