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“¿Binomio sorpresa? Circula rumor del posible alianza Johnny Fernández–Carlos Romero para segunda vuelta”

A menos de un mes de las elecciones generales proyectadas para el 17 de agosto de 2025, una serie de mensajes virales en plataformas sociales han puesto en el ojo del huracán la figura de Jhonny Fernández, exalcalde de Santa Cruz y candidato por la alianza Fuerza del Pueblo–UCS, y su supuesta fórmula con Carlos Romero, exministro de Gobierno del MAS, quien sería respaldado por Evo Morales, líder histórico del MAS pese a su inhabilitación, según declaraciones atribuidas a Gustavo Torrico.

Lo que se dice en redes:

  • “El vice de Johnny va a ser Carlos Romero, con la venia de Evo. Anótalo, es primicia.”
  • “Evo no va a pedir votos nulos, va a jugar una opción: Johnny con Romero.”
  • Torrico incluso habría lanzado predicciones sobre los porcentajes que alcanzaría la fórmula en primera vuelta.

Aunque estas afirmaciones aún no han sido confirmadas por las partes involucradas, sí captan atención por varias razones:

  1. Implicación de Carlos Romero
    Romero es una figura sólida del MAS y exministro de Evo Morales. Su eventual salto a una fórmula con la oposición implicaría una fuerte ruptura interna en el MAS y una estrategia para captar parte del electorado evista (Wikipedia, El País).
  2. El rol de Evo Morales
    Morales, aunque inhabilitado, mantiene influencia sobre amplios sectores del MAS. Recientes protestas en mayo y junio reclamaron su inscripción en la papeleta presidencial (El País). Aceptar una fórmula con Fernández sería un giro sorprendente que podría atraer el llamado “voto evista indeciso” y modificar escenarios de segunda vuelta.
  3. Incertidumbre electoral y polarización
    Las encuestas recientes proyectan una elección altamente dividida, con votación indefinida entre Arce, Rodríguez, Fernández y Quiroga, y un porcentaje significativo de votos nulos e indecisos —atribuidos en parte a la figura ausente de Evo Morales (El País).
  4. Quién es Gustavo Torrico
    Torrico es exdiputado y figura cercana a Evo. Su declaración la hace creíble desde el punto de vista interno del MAS, aunque sin confirmación pública oficial.

Evaluación de la fuente y credibilidad:

  • Primicia sin verificación oficial: Se trata de declaraciones filtradas en WhatsApp y redes sociales, sin respaldo documental ni pronunciamiento de partidos o voceros autorizados.
  • Perfil de Torrico: Como exdiputado del MAS, posee conocimiento interno, pero sus afirmaciones requieren confirmación por parte de los aludidos.
  • Posible estrategia política: Usar a una figura de consenso (Romero) junto a un candidato opositor (Fernández) sería un camino para capitalizar el ‘voto evo sin Evo’, evitando la opción nula que favorece a Arce.

Qué esperar en los próximos días:

  1. Declaraciones formales: Desde los equipos del MAS, Evo Morales (a través de Evo Pueblo o Morena), y de Johnny Fernández.
  2. Análisis en encuestas: Institutos como Captura, Panterra o UAGRM podrían reajustar escenarios incluyendo un binomio Fernández–Romero.
  3. Reacciones del MAS y de Morena: Esto podría intensificar la fractura dentro del MAS entre seguidores de Morales, Arce o corrientes alternativas.
  4. Impacto en la campaña: Podría atraer a votantes descontentos con las tradicionales fórmulas masistas u opositoras, inclinando la balanza hacia una batalla por la segunda vuelta más cerrada.

La información divulgada por Torrico sobre un posible binomio Johnny Fernández–Carlos Romero con presunta aprobación de Evo Morales representa una primicia con fuerte calado político que merece un seguimiento riguroso. Si se confirma, podría alterar el juego electoral, reconfigurar alianzas y atraer a electores evistas sin candidato propio. Hasta ahora, sin embargo, permanece como rumor no verificado, pendiente de respuesta oficial.

Esta filtración, real o estrategia, revela el temor de sectores del MAS a perder terreno sin la participación directa de Evo. Un binomio como el mencionado sería una jugada arriesgada pero quizás necesaria para retener votos esencialmente evistas. No obstante, el costo en credibilidad y la reacción del núcleo duro del MAS podrían desencadenar una crisis interna. Será clave observar si surgen declaraciones confirmatorias o desmentidos contundentes en las próximas 48–72 horas.