La alcaldesa de El Alto y excandidata presidencial Eva Copa confirmó este lunes su retiro del proceso electoral 2025, denunciando un clima de hostigamiento, infiltraciones y ataques sistemáticos contra su equipo de campaña. La decisión fue anunciada tras el repliegue de la agrupación política Movimiento Renovador Nacional (Morena), que ella lideraba como su principal figura.
En contacto con el periodista Jhon Arandia, Copa expresó su preocupación por lo que calificó como un ambiente de persecución y violencia política. “Hemos ido sufriendo hostigamiento desde una primera etapa, incluso por informes administrativos que enviamos al Tribunal Supremo Electoral por una candidatura que ya no está vigente”, denunció.
Según relató, su equipo enfrentó presiones de distintas fuerzas políticas: “Nos han amedrentado, han empezado a acosarnos con mensajes, plantones, e incluso enviaron personas a nuestros eventos para agredirnos verbal y físicamente”. Estas acciones, aseguró, afectaron no solo su integridad como candidata, sino también la moral de su estructura política.
Infiltraciones y desestabilización interna
Uno de los puntos más graves en su declaración fue la denuncia de infiltraciones dentro de Morena. “Tuvimos personas infiltradas que sabotearon nuestros esfuerzos desde adentro. Nunca pudimos arrancar la campaña como hubiéramos querido. En el interior del país incluso enviaron gente con la única misión de desestabilizar”, afirmó.
Cuando se le preguntó si esos ataques provenían de sectores vinculados al evismo, respondió de forma afirmativa: “Sí, había personas de otras fuerzas políticas. Su objetivo era causar malestar, sembrar división y generar desconfianza”.
Copa fue enfática al señalar que ha sido blanco de una campaña sistemática de desprestigio: “Me han difamado, han atacado nuestras estructuras y han buscado anular nuestra propuesta. Vamos a presentar ante el Tribunal Electoral todas las razones por las que tomamos esta decisión”.
Un mensaje hacia el futuro político
Pese a su retiro, la alcaldesa alteña dejó entrever que no se aleja definitivamente de la política. “Queremos renovar nuestras filas con gente nueva. Por ahora nos vamos a concentrar en eso”, indicó.
Esta decisión genera un vacío en el panorama electoral alternativo al MAS y a Comunidad Ciudadana, en un contexto donde el electorado joven y urbano —especialmente en El Alto— busca opciones alejadas tanto del evismo como del bloque conservador.
Eva Copa representa una figura política que intentó construir una “tercera vía” en Bolivia: joven, mujer aymara, con respaldo popular en El Alto, y distanciada del liderazgo caudillista de Evo Morales, aunque inicialmente emergió desde el MAS. Su salida de la carrera electoral no es solo una renuncia personal, sino también un reflejo de las tensiones internas en la izquierda boliviana y de los métodos poco democráticos con los que se juega la política en el país.
Si las acusaciones que realiza son ciertas —especialmente en lo referente a infiltraciones y violencia política— estamos ante un escenario preocupante de regresión democrática. Este tipo de prácticas inhibe la participación política de nuevos liderazgos y perpetúa un sistema basado en el control, la amenaza y el descrédito.
La reacción del Tribunal Supremo Electoral, que debería pronunciarse al respecto, será clave para saber si Bolivia está dispuesta a proteger la pluralidad política o si continuará tolerando la guerra sucia como herramienta electoral.











